DEFINICIÓN:
La toxina botulínica uno de los tratamientos estrella para el rejuvenecimiento facial, ya que ayuda a conseguir un aspecto más joven y terso de la cara. En el caso periocular los resultados son muy satisfactorios para el paciente. También puede usarse para corregir problemas de estrabismo y otras enfermedades.
La acción de la toxina botulínica es temporal, por lo que su aplicación debe repetirse si el paciente lo desea.
DESCRIPCION DEL PROCESO:
La toxina botulínica actúa sobre las arrugas de expresión. El oftalmólogo presta especial atención a que los parpados puedan abrirse y cerrarse correctamente para evitar sequedad ocular. Los efectos de las inyecciones se mantienen entre 4 y 6 meses.
ANTES DE LA INTERVENCIÓN:
Los pacientes deben someterse a un examen oftalmológico y de la zona palpebral y periocular para evaluar su caso concreto. Si usted consume habitualmente medicamentos anticoagulantes, comuníqueselo a su médico para valorar su abandono temporal, ya que pueden interferir en la operación.
DESPUES DE LA INTERVENCIÓN:
Pueden aparecer pequeños efectos secundarios como hematomas leves y ligeras asimetrías que se corrigen con un retoque. Se recomienda colocar hielo en la zona inyectada.
Se recomienda no hacer ejercicio ni tomar el sol durante 24 horas tras la aplicación. Tampoco se debe utilizar la sauna o recibir masajes faciales.
Los resultados definitivos se apreciarán a partir del día siguiente.