DEFINICIÓN:
La prostatectomía radical por laparoscopia está indicada para la eliminación de tumores de próstata localizados en el interior de la glándula. Consiste en extirpar la próstata completa, las vesículas seminales y los ganglios linfáticos.
Al tratarse de una intervención por laparoscopia, se evitan las cicatrices y los riesgos y molestias postoperatorias son mucho menores.
DESCRIPCION DEL PROCESO:
Para prostatectomía radical por laparoscopia se realizan 5 pequeñas incisiones en el abdomen, suficientes para extirpar la próstata, las vesículas seminales y los ganglios de la pelvis
La intervención se realiza con anestesia general y suele durar entre 2 y 4 horas. El tiempo de estancia hospitalaria es aproximadamente de 3 a 5 días.
ANTES DE LA INTERVENCIÓN:
El paciente debe someterse a una valoración previa para evaluar su caso y las características concretas de la intervención.
Además, los pacientes deberán someterse a un estudio pre-operatorio que incluye analítica de sangre, electrocardiograma, etc.
Por otra parte, si usted padece alguna enfermedad crónica o toma habitualmente medicamentos, sobre todo anticoagulantes, debe comunicárselo al cirujano antes de la intervención.
Además, es recomendable mantener relaciones sexuales los 2 días previos a la intervención, con el fin de vaciar las vesículas seminales, ya que facilita en mucho la operación. También debe realizarse una limpieza intestinal previa, mediante enemas o laxantes.
DESPUÉS DE LA INTERVENCIÓN:
Durante la operación se le colocará una sonda que se le mantendrá entre 10 y 21 días. Dos días antes de retirar la sonda y tres días después se deberán tomar antibióticos para evitar la aparición de infección de orina.
Suele indicarse un tratamiento anticoagulante durante 15 días tras la operación y es recomendable practicar ejercicios específicos para mejorar la continencia urinaria.