DEFINICIÓN:
La blefaroplastia consiste en la la remodelación de los párpados para corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores. Puede realizarse de manera aislada o combinada con otros tratamientos como el lifting facial o las inyecciones de toxina botulínica.
La lleva a cabo un cirujano oculoplástico, un oftalmólogo especializado en cirugía de los párpados y anejos otras zonas oculares.
DESCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN.
Consiste en extirpar en cada caso el exceso de piel, de grasa o de otros tejidos, remodelando los restantes para mantener la función palpebral de los párpados, la expresión de los ojos y la armonía del rostro.
Mediante unas pequeñas incisiones, se separa la piel de la grasa y el músculo y se extirpa el exceso.
La blefaroplastia se realiza casi siempre de forma ambulatoria con anestesia local y sedación. Suele durar de 1 a 3 horas.
ANTES DE LA INTERVENCIÓN:
Los pacientes deben someterse a un análisis previo en el que se valoran sus necesidades concretas. Se les someterá a una exploración oftalmológica completa para descartar problemas que pudieran contraindicar la intervención.
Además, deben someterse a un proceso pre-operatorio estándar que incluye analítica de sangre, electrocardiograma, etc.
DESPUES DE LA INTERVENCIÓN:
Después de la intervención la zona de los ojos estará hinchada. Pueden aparecer hematomas, lagrimeo excesivo, fotosensibilidad y otras secuelas como visión borrosa, que irán desapareciendo progresivamente.
Los puntos se retiran a los 3-6 días y a partir del tercer día se pueden recuperar actividades como leer o ver la tele. Los pacientes deben mantener reposo relativo durante 3 - 5 días y evitar actividades fuertes y el uso de lentillas durante las primeras 3 semanas.
Se recomienda permanecer de baja unos 10 días y no utilizar lentillas durante las primeras dos o tres semanas.